Pasadas las horas
revienta sus ojos desquisiados
por su palabra feroz.
mi cuerpo en madera se ha convertido
donde se pierden los clavos que hieren mi voz
la sangre corre ante la espada de rosas negras
Besando mi sabor a muerte
fresca de agonía
intentando fruta fresca
Y mas sin embargo
mis uñas intentan enterrarse
en tus labios sellados ahora.
El olor a jazz persigue mis pasos
y busca en mi tumba tus rezos
Olvidando mi cuerpo
seguís buscando el olvido de mi Fé en vos.
Pasan las madrugadas y aunque el frío
se mute en mi muerte
la madera que cubre mis huesos
sigue esperando por vos.
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