jueves, 5 de febrero de 2009

EL SEGUNDO QUE ASEGURA MI PENSAMIENTO ...


Son las cuatro de la mañana y la iglesia donde se dibuja la flor del que dice amanecer en tu credo ha borrado la sonrisa de mi boca. Y recordé cuando te vi, cínico y clemente, siendo tarde para escuchar tu voz.
Es tarde para creer en el disfraz que llevabas para mí, he perdido mi huella cuando intenté cobrar y soy cobarde. Tanto, como una mortal, recordándote y no puedo. Tocando con mis dedos el silencio de tu sombra que tal vez se extravió cuando buscabas la muerte o buscando la vida; nunca entendí entre las minas que hacías y... ¿En mi que buscaste?
Hoy me he despertado con los pasos que han visto las promesas de mi cama cuando cae la mañana olvidando tus difuntos; en esta tierra de selvas donde las caminatas se hacen largas y las noches campanas. Buscando los años para encontrar en los ancestros de Gaía el final de mi cuerpo después del amor, quedando la muerte en las uñas de mis manos desgarrada y suplicante con olores a capullo, nacimiento de cenizas y un beso en tu espalda.
Buscando las salidas, construidas en concreto, ¿Dónde poner mis ojos ahora?
Si estoy viviendo en el gesto torpe de mi movimiento que; solo se estremece por el verbo de tu olor.Olor a vos que, la niebla envuelve y la caricia se calla pasando de la pared al olvido. Fallando en el intento, esconderlo dentro.

Quieres verme vestir, morder mis labios.Yo; quiero un día de vagos en la gran ciudad, con palabras de Schopenhauer seduciendo mi verdad, una pieza de piano implorando jazz, el beso tuyo con la imagen en rojo del tiempo perdido y quedarse conmigo con los recuerdos prohibidos de los dos.
Y vos, tan callado y encontrándome.
En el momento bisiesto despertare y empezare de cero, perdidos vos y yo en medio de la soledad, me gustan tus delirios, condenas del fondo pasajero y de regreso por vos. Te veré en la noche del 29, cuando tus pecados sean mis redenciones y despiertes en la orilla de mi ventana.