Vago por la noche, buscando tu cuerpo, desapareces en cada llamada de veneno, juego de invierno…en guerra mis ojos, inundados de sueños… en lamentos escépticos tu beso de infierno, bailando entre pasajes de sueños, fantasmas de espaldas, creyente en mi verso…
Entierro bizarro, en el crepúsculo de sueños… Hoy tengo ansias de odiar-me, he llorado en el origen de mi día... en mi lecho de mitos y con el cáliz lleno de incertidumbres, profana el castigo de la soleada soledad…buscando la filosofía de mi odio y sentada entre las secas orquídeas, castigo de pluma, de tinta y marfil.
Tiembla la tierra, se abre el puño de sables, hiere mi cuerpo y encuentro junto a la orilla los sueños fragmentados de una noche de sueños, la brisa calida que tanto necesitaba donde hace tiempo la princesa, retomó a la casa del forastero, buscando volver, aunque el frió sacudió el momento de las voces, calladas de la luna. Con las inmensas ganas que tengo de odiar-me, por ser el cuerpo callado que intenta morder su abrigo y en su danza perecer.
Entierro bizarro, en el crepúsculo de sueños… Hoy tengo ansias de odiar-me, he llorado en el origen de mi día... en mi lecho de mitos y con el cáliz lleno de incertidumbres, profana el castigo de la soleada soledad…buscando la filosofía de mi odio y sentada entre las secas orquídeas, castigo de pluma, de tinta y marfil.
Tiembla la tierra, se abre el puño de sables, hiere mi cuerpo y encuentro junto a la orilla los sueños fragmentados de una noche de sueños, la brisa calida que tanto necesitaba donde hace tiempo la princesa, retomó a la casa del forastero, buscando volver, aunque el frió sacudió el momento de las voces, calladas de la luna. Con las inmensas ganas que tengo de odiar-me, por ser el cuerpo callado que intenta morder su abrigo y en su danza perecer.
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