Tan inmenso es el cielo
que limita mi verdad,
tan inmenso y tan azul;
que calma mi ansiedad.
Con el brillo constante
de estrellas sin final,
que iluminan la noche
y renacen las ganas mias de amar.
Embriagandome con el dulce vino
del viento y su eterno andar,
encontrando el regreso a mi soñar.
¿O será acaso mi verdad?
¡Besos en el alma!
en un segundo nada mas
para llegar a la eternidad.
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