viernes, 27 de abril de 2012


Busca en sus viejos poemas la satisfacción del olvido y de la culpa...
encuentra el eje centralizado de los escritores malditos que a veces  habitan en su cabeza
olvidando quien es para pintar  en hojas de carbón los días permanentesde Florencia .

¿Por qués?


Iba peinando su pelo, semidesnuda, cantando a dúo con Frank Sinatra.Silenciando sus pensamientos y olvidando quien quedo atrás. Recoge la ropa que ha dejado tirada la noche anterior. Cuando la alfombra tapizaba sus nalgas y el vodka sus pies. Sola, tocando sus piernas, su mente no podía de placer.  mientras  imaginaba  los pensamientos de sus vecinos  que desde el balcón veían su desnudez. Al  intentar   oír sus sentidos y respirar  abre los ojos  y siente el frió piso que disfruta de su  calidez al caer. Cae sin pensar, ni sentir solo ve sangre en el blanco piso. Toca su cabeza y esta bien . Se levanta y se percata que la sangre baja entre sus piernas y se pregunta los ¿ Por qués ? 



A veces hace falta volver atrás y satisfacer a la melancolía. El placer de estar deprimida     e intentar  descifrar el sentido del humor de la vida.No sabe porque sangra, ¿Por la culpa?  tal vez. O ¿Por el disfraz de la perfección tan imperfecta?.


Por el ímpetu de su silencio o de la baja sensación de su propia presencia. Extraña los versos de la melancolía que compartía en la madrugada con su insomnio y la espera de un abandono de su alegría. Mientras sus manos tejen delirios entre sus piernas.






sábado, 21 de abril de 2012

Florencia y Sofia





Eran las 4 de la tarde en pleno verano cerca de la playa y mi hermana  vestida con una bata naranja sale a recibir la luz del día acompañada de un vaso de whiskey. Se dibuja en su rostro una sonrisa cuando bajando las escaleras se encuentra a Allan. Quien escribe  en su viejo computador las horas pasadas de su vida. Sobre su soledad y desorden que “dice” dejo cuando conoció a Florencia (mi hermana). Aunque creo que fue ella quien cambio, Ahora la veo con una copa en su mano casi todos los días. Paseando con su melancolía. Disfrutando su derecho a estar triste.

Mientras él con su disfraz  de buen chico se levanta de su silla y camina hacia el balcón y yo  zambullo recuerdos de las cervezas que se quedaron en las costillas ancladas en mi abdomen, gritando los estragos del mal paso que me deja verlo divulgar su propia existencia cargada de idealismos   de espejos y caminos de 100.

Alientos de piña colada y sus  tacones de fiesta en medio de la madrugada. Rota; en medio del bus que avienta los cuerpos a orillas de la autopista, volcando las emociones y  poco sentido. Palabras entrecortadas, mirada ausente.

Encontré A Florencia en casa después de besar en la playa a Thomas olvidando que Allan miraba desde su ventana tapado hasta los pies. Rechazando la mujer que era y amando quien es ahora. Con su beso en una copa y versos de 10.

Mi nombre tiene tatuado la pena del recuerdo, Soy Sofia en un tiempo y amarillo mi cuerpo después

domingo, 8 de abril de 2012

Los pensamientos destructivos regresan a mi mente, pensando en un tiempo pasado donde cada uno tiene su momento. Cada palabra viene con su aliento y cada presente con el sueño de su futuro. Pero... pensando hoy y extrañando la melancolía de las noches en vela  donde no sabia en que pedestal estaría recordé el silencio de la montaña  que bajo en la niebla  y la factura de las ausencias de invierno.  Escuchando de fondo a Joy Division  se me retuerce el estomago y se me nubla la mirada en el futuro. He tenido sueños extraños donde todos han estado ahí y  no puedo dejar de buscar significados  a ellos. Perdiendo la copa de champan olvide el titulo de sus textos. He tenido una inmensa necesidad de sus letras y no encuentro la copia perfecta para leer (los) en este día de mi propia gloria. Obsesiones absurdas de tiempos de melancolía donde la cuesta da por diez a mi espalda entroncada de mil dioses que culpan mi presencia de los olvidos irritantes que permanecen en mi recuerdo apabullante.