El agua rebota en mi cuello y en la misma esquina donde nací; estan los vasos que guardan el sonido de aquel teléfono naranja que timbro. una , dos , tres veces , pidiendo suplicas de una voz , tan alentadora o triste. Ya no importa , solo la ocasion
Hoy; solo refugio de fantasmas de mañana ; donde en la esquina de los espejos se pierden y cuenta hasta diez. El agua perfora los vientos que se cruzan en mi cuerpo.
Alientos de piña colada y mis tacones de fiesta en medio de la madrugada. Rota; en medio del bus que avienta un cuerpo que nubla el sentido. Autopista perdida encontrando los desiertos de las miradas de su melancolia .
1 comentario:
con un poco de noche entre los huesos, un sabor sal tan cercano a la nada y el vacio que se desliza entre mis piernas...
Bonitas Letras...
Abrazos de Silencio debajo del Alba...
Cyndi
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