martes, 24 de marzo de 2009

N.M.


Cuantas lagrimas derramo el hombre por ser tan cobarde a su silencio
Sin juzgar una vida a acribillando sus intereses…

¿Cuánto vale su cuerpo?

Lapidado entre los gritos caleños, que se encienden en el funeral diurno, armas con mensajes de lágrimas con esperanza… se ha marchado y en el recuerdo, acompaña el destino de los otros, su canción acompaña las voces suplicantes de justicia y valor….

Callar es ser cómplice de sus ocultos cuerpos cobardes que se pierden tras el verde de sus héroes. Historia manchada de sangres purpuras que inundaban fe , y hoy descansan frente al mural , fotos quemadas , que recuerdan su primera función frente asu espejo donde una vez no se reconoció

Hoy el adiós comparte las penas , pero las voces suplican clemencia. .