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En mi vientre de agonía reposa la sabiduría de un olimpo perverso, donde los Ángeles en plena alborada, esperan que me cambies el sendero… Háblame en medio de tanto silencio, hazme testigo de la fortuita verdad…espero esa razón, que confunde al diablo y llena mi vida de milagros desconocidos…Donde me miras como si fuera una extraña y sin consuelo busco tus besos como mi redención; por ser esa soledad que se mete en tu piel, que ama tu cielo y a veces se clava en tu pecho…Mi noche cambia al alba cuando seduces mi mente, y se desploma mi sed ante el poder de tu cuerpo, jugar al demente… abriendo heridas entre perfumes permanentes.Verdades eternas; maníacos delirios llevados al paraíso; cual demonio; entre sus pecados divinos entrega su alma en medio de los sonidos del viejo violín.El amante con sus cigarros despoja su aliento convierte en lirios su almohada que encaja con mi cintura entregada en pedazos. Sigo despierta; esperando el camino donde la inocencia me miente, y el tiempo perece para llegar a tu aliento.