viernes, 17 de julio de 2009

Vidas Cruzadas(2)

Después de unas horas de vida otoñal y delirios marrones, la angustia se apodera de si misma y se aferra a su gloria, acepta vivir con este hombre que; con empeño limpia el camino de ella para satisfacer su necesidad de sentirse protegida y alabada. El; Manuel calma su delirio y cambia el color de su ambiente para que; ella también sienta, huela otros colores. Oportunidades perdidas de labios grises y su mirada perdida – ¡si! , me casare contigo- escribiré una historia de cuentos y felicidades. Entre los caminos de su vida, se encontró con esos temores, que siempre estuvieron en la misma pared, en el mismo sueño que; se escondían tras sus fantasmas. Con sabor a oscuridad, besando a sus extraños clientes en la hora púrpura nocturna, separando los golpes de “pasar mercados” entre pueblos cercanos. Una mañana después, recorriéndole sangre de su cuerpo, tirada en una sala de emergencia de un hospital del centro se encuentra frente a frente con su hijo, nacido de los golpes minutos atrás. Su silencio y descontento se hacia cada vez mayor. Aunque vivía con su esposo, ella sabia que este hijo era de alguno de los usuarios de su cuerpo que ya llenos de hematomas estaba. Al pasar de los años, la sedienta mímica de su vida se clavaba en los sentidos de su hijo Daniel, travieso y envolvente con sus ojos expresivos buscando amor. Se columpia en el parque buscando volar cada vez alto para viajar a un mundo donde nunca jamás su madre lo desprecie y las vidas estén con las estrellas donde pueda soñar. Caminando por la calle cuando tiene 15 años, ve a Clementina danzando su cuerpo, maltratado, golpeado y drogado ante hombres y mujeres que seducen al tocar su piel envejecida por el dolor que su trabajo y su esposo, Le dejaron El, quien por tanto doblegar a otras vidas a quienes habían dañado a Clementina, paga hoy; un alto precio encerrado en una prisión donde el otoño reina nostálgicas voces del ayer.Cuando Daniel pierde su pensamiento en el tiempo, pierde su voluntad a su desierto de alucinógenos que le permiten perder el cáliz de su cuerpo purificando lo mas absurdo de su prostituido corazón con las emociones idas de hoy. Huye, huye de aquel lugar de cascabeles envenenados de amores retorcidos y muchas imágenes cautivas de lápiz labial sombreadas personas pasan frente a la orilla de su vida, y sin pagar moneda alguna, las deja quedarse a ser espectadores de su destrucción. Horas de dominio público, pelos de confusión enredados en las camas de licores ahumados y azúcar limón, con las mujeres que rozan su aliento y le dan costado en su seno por una hora de palabra zurcida , intentando con ellas y sus pelos amarillos besar de cerca Clementina , quien una noche muchas lunas llenas atrás , decidió dejarlo de amar.Frente al espejo cortado con sus fatigados ojos, mira su cara manchada de blancos y ceremoniosas hojas azules que invierten su vida a sueños borrosos. En un cuarto de hotel pagando “mercados”, cerrando cicatrices, cuchillos de barrio, son su pasar del día en un hotel de 10000 pesos la noche y ratas que caminan por sus pies .

sábado, 11 de julio de 2009

VIDAS CRUZADAS (1)

Pasadas las horas, las orquídeas empiezan a caer, bajo la brisa de la tarde las aves continúan su vuelo; mientras Miriam teje sentada en su silla de madera una bufanda azul y café. Las horas continúan su paso y las voces de la soledad aturden su plegaria. Más tarde; sin imaginar los acontecimientos póstumos del día, camina hacia el jardín a desahogar su pena ante sus plantas.- ¡¿Cómo está la noche de hoy? Se pregunta sin parar, y con gran ansiedad en su voz, permite que se pierda la fuerza de sus piernas, y la lleve al suelo donde su frio le recuerda la ultima vez; que él, la golpeó y estuvo tan cerca del duro, seco y frio suelo de marfil. Esa noche; meses atrás, él entre sus manos traía apretada su enorme rabia de haber sido humillado en el parque central, donde sus amigos entre cafés matutinos y cigarrillos le decían su pesar de ser el hijo de la mujer que nunca nadie se permitió escuchar. Cuando tenía 12 años su madre le reveló que antes fué una adolescente que su padre abusaba violentamente y con grandes castigos cuando ella se resistía a sus abusos carnales; su padre la golpeaba de maneras muy feroces, como si fuera un caníbal sediento del sabor de su sangre; se apoderaba con sus dientes de las mejillas inocentes de su rostro, con sus manos de la suavidad de su pelo rubio, hasta que de sí; escurría sangre y perdía fuerza para luchar. Ella; Clementina, a sus 15 años, edad de sueños y rosas para muchas, salió de su casa una mañana para ir a comprar el trago favorito de su padre, para que él aclamara a sus Dioses para y multiplicar su poder ante su hija. Mientras ella, caminante entre las calles sucias del viejo Sucre, olores a aguardiente y cigarrillos baratos, se encontró con una mujer de violetos cabellos, blusa muy corta amarilla y una falda aun roja que mostraba sus bellas piernas. Clementina se preguntó en ese instante en voz alta-¿Quién será? – me gusta su pelo ¡es muy mmm violeta! mientras sonríe, la mujer se sonríe y le contesta – soy Cintia, pero niña ¿Qué te pasa, te ves triste? entra pequeña, te invito un café y me cuentas, te ayudaré, -. Clementina seducida por el interés de la mujer y su pelo violeta, entra al café, es oscuro y muchas bellas adolescentes se encuentran ahí; con ropas muy ligeras, siendo tan sexuales como podrían ser en el final de su adolescencia. Clementina, inocente, golpeada, humillada, violentada por un padre alcohólico y una madre ausente, quién huyó de casa por temor a que, su padre la asesinara, dejando a su pequeña hija, para que él no tuviera una escusa alguna para buscarla.Mientras le cuenta su historia con lágrimas en sus ojos a la tan interesa Cintia, ella le brinda un trago de aguardiente para que sienta el paso de su dolor más tenue. Después de muchos minutos de llanto y algunos tragos de aguardientes amargos, Clementina le pregunta si se puede quedar, ella trabaja, se lo jura por su credo y por su vida hace lo que deba hacer, pero ruega no volver a casa .Cintia con gran sonrisa placentera le dice que se puede quedar, sólo debe ser atenta a los pedidos de los clientes que se acerquen y tomar nota clara de ellos para permitirles el mejor servicio. Ella sonriente y con gran alegría en su voz – claro Señora, muchas gracias; no se arrepentirá de dejarme quedar, muchas gracias - . Y ahí mismo durmió, entre la música tropical y muchos besos, abrazos pagados, sentimientos de papel que se rompen con un peso. Las primeras veces que debió dejar tocar y besar su cuerpo por unas cuantas monedas a cambio, se sentía enferma, sucia, sin intención alguna de vivir. Pero después conoció a su tan querido amigo bazuco quien le enseño que con un poco de él , podía relajarse y sentirse bien con ese poco de cariño que vendía cada noche . Buscando la necesidad de libertad, asediada por los recuerdos de los golpes que su padre le brindó le dice al ayudante del bar, quién en las noches se encarga de “limpiar la ciudad” que le ayude a limpiar sus recuerdos. Silenciosos, buscan en cada calle, el olor a Efraím, su padre y cuando lo encuentran en una cantina en una vieja esquina del centro, se acerca a él con tono de voz sarcástico le dice, -hola papi ¿Cómo estas, no sábes cuanto te he extrañado? Lástima que estés borracho, porque…. No recordaras este beso que te doy con todo mi amor -. En ese instante se acerca lo besa en los labios muy suave y abrazándolo le clava un puñal en su abdomen. Lo deja allí esparciendo su sangre, inconsciente como él la dejaba a ella cada noche que le daba su cariño.