viernes, 26 de noviembre de 2010

(.....)


Hay demasiadas personas
en esta calle que se transita
sin la sola idea de cambiar de lugar.

Vine acá con ideas perdidas de escribir,
Parecía un buen lugar
con algo del olor en esta ciudad
vinagre y un poco de mar.

Intentaba dormir
y dejaba la ventana abierta
para respirar el delirio que
me dejaba la esfera del jardín.

Y mientras, veía la lluvia caer
desvanecía entre el portal
del dibujo de la risa de la muñeca
de porcelana que jugó ser.


Sentada en la silla de allá
tocaba en la esquina del bar
el violín pasaba su cuerda
convirtiéndose en voz.


Viajando entre mis sueños
imágenes del tiempo
secretos de mi cuerpo
que han quedado aquí

Tenían razón


Tenían razón cuando pensaban
que era un adiós;

aquella sonrisa que ofrecí y
se desgastó entre la multitud

Tenían razón, cuando el lápiz
labial pintó un adiós y con las
ventas de la culpa sacrifiqué
una vida.

He crecido entre caciques sin trono,
en museos de cera, donde cada beso
se marchita.

Ahora, el olvido ha sido subastado;
y entre los deseos enterrados
encontré el pago exacto;

un brindis con la verdad y
despertó al silencio oscuro
que llevaba mi canto a un
fetiche traidor.

Tenían razón cuando dijeron
que el tiempo tiene
su momento de repetición,

cada sueño tallado en
el cedro de las emociones,
renace una vez cada mes.

Y cuando quiso matarme
una espina que se enterró
en mi pecho;

el aroma de mi sueño
me hizo comprender ..

Tantas orquídeas con olor a café
han estado en mi almohada,

ofreciéndome ser mariposa
que convierte una gota de rocío
en mar para vivir.

Mientras yo
sedienta de un trago de alquitrán
para tener excusas de academia
para no continuar..

Tenía razón la muerte
disfrazada de amiga fiel,
cuando se burló de
mi cobardía y
ni siquiera permitió
que le acompañase
al día sin fin.

Tenían razón todos
al ver el infierno

cuando a cada paso,
entre primaveras yo veía el
invierno venir.

Hoy, vengo a ofrecer mi adiós
porque esta tierra de caña y
manjar blanco,

verá crecer mis alas y dirá:

“Tenía razón
a volado tan alto que
en mariposa eterna
se convirtió”.

jueves, 25 de noviembre de 2010

¿Por qué no?


foto de :Enchanted Doll by Marina Bychkova


Tantas veces me han preguntado ¿Por qué? Los por qués de los cuales buscando las razones de quién fuí, de quien soy. ¿Por qué haces esto? ¿Por qué escribes así? En cada palabra y en cada momento los cuestionamientos no se hicieron esperar, y mis palabras en silencio decidieron perdurar. Dentro de los lamentos que en la mente permanecieron y el olvido de tantas predicciones de mi “futuro”, intentando encajar en una foto familiar. Donde los requisitos eran mostrar los colores del alba ocultando mi pedestal en la noche de los meses de marzo.

Mientras el disfraz continua entre las tiendas de prendas y accesorios de fiesta y una adolescente intentará marcharse sin evadir los pecados de la noche de ayer. El blanco y negro de su piel se pierde entre el pincel que dejó mi voz en su cama. Aunque de mañana intente olvidar la escena que intentara actuar debajo de la mesa de una sala amarilla con los porqués de su almohada.
Entre los sueños violetas que invaden mi mente, dejando de lado los matices grises del recuerdo; hoy entre papeles viejos, textos con las memorias de una vida de azules, verdes, naranjas y orquídeas se bañaron de olores a blanco y cafés en mi vestido rojo.

Y empecé a preguntarme también y… ¿Por qué no? Los adioses son nuevas bienvenidas y emprender nuevos caminos abre las despedidas del regreso al sueño de una niña. Escribir

lunes, 22 de noviembre de 2010

Viena en el 231 (1)


(Viena se encuentra pensando en su vida en el balcón de su habitación, siente como el apartamento 231 es muy grande para ella y su soledad)


He pasado mucho tiempo en el silencio de mi degradación, la sombra de mi destrucción. Momentos del encuentro con mi miseria. Y es allí mismo cuando recuerdo las palabras de Helena “a veces hay que disfrutar de la melancolía y depresión “con letras que evocan a la sensación de tirarse en la cama viendo pasar el mundo. Escritos desde la profunda autodestrucción del autor, permitiendo que entren en mí y mis ideas se contagien de cual momentos de infelicidad y es allí cuando complazco mis (malos) hábitos y prendo un cigarro viejo; viendo pasar el humo sin sentir el frio que hiela mi piel en el invierno que se ha gestado en la casa, con las ventanas crujiendo del frio y olvidando la última vez que mi pelo se enredo entre tus dedos.

Mi mente empieza a volar entre los sonidos del techo, que se ha convertido en el hogar de los gatos que maúllan mientras los recuerdos se contraen en mi mente.
La risa aumenta entre las hojas que voy leyendo y aumentando las dudas sobre mi melancolía y mi cuerpo que se consume entre tus deseos. Llega la madrugada cuando todo ha quedado de lado y mi cuerpo se desviste y el silencio compadece sus vicios, mientras mi abdomen se contrae.

Olvidando lo aprendido y recordando lo desconocido; encontrarte en viejos caminos con palabras sin sentido. ¿Hasta cuándo? El año empieza a morir y con él, el tiempo que dejaste vencer en tu temor. Y en ausencia de vos dibujo el pedestal de mis dioses con su música de obras clandestinas y secretos de su piel.

Y es allí cuando amanece y vuelvo a aprender que tu presencia dura lo que un cigarro mojado. Pero, ¿Cuánto dura esta lección? –Hasta la siguiente noche – susurro. Olvidaré la traición a mi olvido y el frágil recuerdo de mis sentidos. En tu ausencia perforando los delirios para compadecerse de mi misma entre la melancolía del adiós de mi presencia.

Inventándote cada noche para avivar mi existencia.