martes, 30 de junio de 2020

S

Soy un castigo en el marfil.
he  abrazado a  mi rehén.

Los  gritos que no ves
las miradas que espere
mi cobardía deambula en mi fragilidad
las  pisadas   frágiles  de  mis adioses
y  las  bienvenidas entre Lilith y Persefone
fundiéndose  en mi .

Perdida en la indecisión
intentando gobernarme
no  hay otra forma que saltar de  nuevo

dejar  que  las heridas se  sigan abriendo
olvida las horas
protege  tu clan
sin pretender prisas
ocultando risas
sirviendo  auroras

 no  hay otra  forma de escapar
prendiéndole fuego al maquillaje que quiero ocultar
soltando  todo  lo escondido
que  solo  la  piel puede  opacar.

Olvido todo lo que me dices  que  es  verdad
recuerdo cada mentira  susurrante 
mi verdad  es  el criterio de mi armario



martes, 6 de agosto de 2019

Me rindo a los pies de la mujer salvaje


Me rindo a los pies de la Mujer Salvaje que habita en mí, no hay vuelta atrás. Aunque quisiera (y cree que  a  veces  quiero) volver cuando me aparté por creer no merecer, cuando me quedé creyendo merecer la injusticia, los gritos,el sufrimiento, la enfermedad del cuerpo apropiada como perenne. La matriz rebosada de creatividad instaurada en lamentos de fuego. Y aun así aun quiero volver a ese dolor instaurado, a ese sufrimiento silencioso que obvié, que me mentí a mí misma diciéndome que todo estaba bien.Volver porque había naturalizado  tanto  ese tiempo. Ese esquema ,esa vida. Volver a los suburbios de mis repeticiones inconscientes.



Pero…  No hay vuelta atrás... aunque yo quiera, no me deja ir a otro ritmo que no sea el de mi cuerpo, el de mis propios sonidos, el de mi propia cultura … De los silencios que guarde por vergüenza de mostrar mis sentimientos de amor, deseo o bondad. Cuando permití humillaciones, desprecio y desamor disfrazado de compañía.

Cuando entré en aquel conflicto abismal, cuando las emociones se desbordaron, cuando la vida dijo ¡No Más! Sin pensar que re-conocer mi historia dolía tanto. “Dolió tanto”. Al darle una, dos tres y hasta cuatro miradas me odie. Te odié, tanto que endurecí mi alma y mis sentidos. Que permití el desvelo durante las noches perdidas.  Y las cosas que se supone que debían funcionar dejaron de hacerlo. Entendí que debía de-construirme cual Derrida andante en medio de un cuerpo aparentemente fortalecido y vinagre entre mis pensamientos.  ¿Alguna vez has perdido recursos emocionales que creías muy propios?
Pues yo estaba ahí incapaz de escribir, incapaz de vivir. Sobreviviendo, herida de un ala, rota del alma, llorando al hijo perdido. Deambulando entre ciudades de furia, selvas de odio, llantos de ira. Segura de que esa era la real fortaleza. Tragarme todo y decir “estoy bien” evocando a Everybody's Fine, como si a mí También Robert De Niro quisiera impresionarme y el impresionado fuera él. ¡Sentía que Dario Marianelli había compuesto sus canciones para mí, ja!  Y yo…que siempre me creí tan fuerte, tan astuta, tan clínica donde mi fuerza salía de mi indiferencia porque nada
me dolía.
¡Me derrumbe! …



Dentro de mí misma, dentro de mi alza y entendí que emprender el camino era volver a bajar la frente al teclado. Ser una “stripper emocional” deambulando entre mis propias verdades y miedos. Y vivir el dolor desde los ojos del amor propio. ¿Por qué desde el amor propio? Porque desde ahí mismo empecé a descubrir los pocos limites que me tenía, lo que me permití. La comida poco nutritiva que ingería , el sedentarismo y las relaciones “amorosas” sin amor.

Como Mujer Salvaje que te lleva Re-Conectar con el Viento, la expresión, con el útero, con el Agua, con lo emocional, el Fuego. Entender que soy tan frágil y emocional como tan fuerte y terrenal. Que soy todo y nada. Tan coherente como incoherente.



Y que esa soy. Con falta de simetría, en construcción permanente, la que decidió cerrar su boca y permitirse sentir, mostrarse. Perdiendo el miedo al rechazo y a las lágrimas, estas que descongelaron mi corazón y silenciaron mi ruido mental. Esa mujer salvaje que como Pinkola cuenta en sus libros se desato el pelo, corrió descalza, se quitó el disfraz y la necesidad de cumplir el rol social. La autoridad moral de nacer en Buga, de cumplir el mandato de “la ciudad señora” tan perfecta y con culpas en-diosadas.

Cerca de terminar este ciclo, donde se acerca mi santo, estoy fluyendo en este texto que me permite reflexionar el último tiempo. O… ¿El último año? El final del 2018 y este 2019 han sido de construidos en respuestas del trabajo realizado. Durante años me pregunte ...



¿Cuándo sentiré paz? ¿Cuándo la angustia desaparecerá?  ¿Este trabajo interno funcionara? ¿dejara de pesarme conocerme?

No sé cuándo fue, como ocurrió. Como fue, solo un día de febrero me desperté, miré por la ventana, pintaba un día normal con trancón en la autopista, con mucho trabajo en el piso 10. Pero algo en mi había cambiado, ya no sentía ese fantasma que me acompaño por años, se había ido.



Y no sabía el cómo, solo sabía que yo, estaba bien. Muy bien, feliz. Alegre. En un estado de agradecimiento pleno. Y entendí que todo aquello habían sido las lecciones   que la vida me había puesto a repetir por no haber sido la mejor alumna al dar la tarea. Porque ella, tan dura y sabia, tan noble quiere fortalecerte como una madre que quiere lanzarnos al mundo con las mejores herramientas para vivir. Ella tan suave me beso la frente y me dijo que estaba lista para emprender el vuelo de nuevo. Ese, que había dejado enterrado a orillas del río y olvide ir por él.

Sin titubear volví a la aventura, a volcar mis deseos, a reconocer la vida, el viaje vuelve a comenzar. 38 años que  van cerrándose ,38  adioses que  se han convertido  en mareas,38  veces no.



todo ha  sido develado a esquemas de nuevos  recuerdos, nuevas andanzas. Nuevos  y  próximos  capítulos. 

lunes, 26 de noviembre de 2018

 Jamás lo había hecho y ambos nos sorprendimos.
“¡Me besó las manos!”, dijo sin dirigirse a nadie en particular, no sé si conmovida por el gesto o aterrada por lo que implicaba; se trataba del tipo de gesto que dice: “Adiós”.
No había mucho más que decir. Nuestra relación se había construido a lo largo de décadas de conversaciones de dos minutos acerca de sus achaques y dolores más recientes. Yo le respondía con una versión editada de mi vida, desprovista de dolor o pesadumbre. Nunca se enteró de mis andanzas en el preámbulo del oscuro valle sexual de mi habitación y del holocausto de mis fallidas dietas para mejorar  mi  energía vital. 
                              
Lo que sí sentí fue un amor nacido del deber y un amor ganado a partir del tiempo compartido, pero no compartíamos la mejor clase de amor, la que se cultiva a partir de la intimidad y la entrega mutua. Ese tipo de amor lo descubrí con alguien más, y ese alguien era el que me estaba  ocultando a mi misma .

Era muy probable que  me  estuviera ocultándome algo. ¿Una pena no resuelta? Había tenido una vida borrascosa ,desdibujada de falta de placer y culpa de reprimir su sedienta capacidad de vivir . Mientras yo estoy cansada de los medios silencios y las medias verdades.De los inequívocos adversos que merodean la vulnerabilidad como una desconocida,como una bruja encasillada como la malvada del cuento.
Tan perversa como vivir en los infiernos,tan tenebrosa como la peor lluvia eléctrica en medio del oscuro bosque. Mi experiencia desde que me permití sentirme  vulnerable   ha despertado al hecho de que el  derecho a la vulnerabilidad,al miedo ,a la diferencia, al desapego, están muy por detrás de dónde debería estar en el despertar.Cada día Me ha dado un nuevo punto de vista y un nuevo aprecio por las muchas personas que como yo viven día a día con todas las barreras de acceso que hay en el entorno. 


“¡Ayyyyyy!”, gritó, levantando los brazos. las despedidas son dolorosas porque  te  sientes incapaz de controlar el hecho de que cada que ocurre una  la culpa de no poder evitarla deambulara  como la Parca por  un rato en los mismos lugares que transitamos. le sujete la mano,la bese ,la apreté y lleve contra mi pecho. Agradecí estar siempre  juntas.Una  de estas mujeres en mi cabeza ,la otra en mi teclado. Construir  procesos nuevos también significa morir  un poco.


martes, 6 de junio de 2017

Persefone

Desentendiendo el camino, el lado de la gesta está iniciando. Cada programación del alba es un grito de sus pechos firmes y llenos de leche que están a punto de estallar, mientras Camila se niega a morder los pezones de su madre y llora cada vez que ella intenta alimentarla. 
Las Diosas deben estar locas, susurra mientras ve sus miedos materializarse cuando su hija la rechaza, rechaza su calor y vientre tibio. Su leche que cada vez se enquista más en sus pechos y el dolor se incrementa por no poder nutrir a su hija. Las voces de sus Ancestros se vuelcan en su cabeza. –No es como ellos- Pero, tiene todo como ellos. 
El dolor de la ausencia, la fuerza de la muerte y la traición de su padre. Camila, llora. Llora a cantaros mientras el ronquido entre su suspiro se atraganta y su mirada divaga buscando a mamá. Pero, cuando ella se acerca rechaza sus senos, su alimento. Susurra canciones de cuna, mientras se olvida de sí misma. Se levanta y ve el tiempo pasar, mientras su vida sucumbir ante los deseos de su propia madre,.Ser la “Buena esposa-madre” sin decir sus perversiones, sin clamar sus deseos. Solo meciéndose allí mismo, con Camila en sus brazos. 
Teniendo lista la cena y la cama bien tendida. Esperando a su marido y asumiendo con su cabeza a los pedidos de él. Enojada en silencio, llorando en secreto. Caminando descalza, buscando a sus Diosas, cerrando los ojos mirando frente a ella a Perséfone : "Si la mismísima Muerte me reclama amante vida me acojo a sus engaños, si la misma vida me abandona y clamo por errores mi extrema delgadez helada, entre los huesos, latidos de mi corazón cada vez más débiles.
 Mi útero cada vez mas frío. Novia y cadáver, ¡soy yo!” Novia perversa ante sus propios ojos.
 La luna refleja su propia senda y el camino que pudo transitar. Mientras Camila desdibuja a su padre olvidado entre las espinas que inundan los recuerdos de él. – ¿Padre? No recuerdo su voz, ni su presencia cobijándose en las noches y la fiebre. -¡La Fiebre!- que tuve cuando tenía siete, siete años de olvido, siete veces lamentando su ausencia. Y mi madre llorando por no poderme cuidar en las noches porque debía cuidar a su marido, celoso de mí.
 De mi miedo, de mi fiebre y de mi falta de madurez. Siendo una niña esperaba que me comportara como una mujer. - “Solitarios los pesares que albergan la cama” Mientras sonríe, ella voltea a verle y dice: -calla, calla, el diablo está a punto de llegar-, Cuando se refiere a su marido. Sin imaginarse que ella ha dibujado su propio infierno. Huyendo de su voz, olvidando su corazón. 

El “diablo” se sienta en la sala con una cerveza en la mano, fría como el hielo y sus ojos al mirarme. Los cantaros se rebosan de fuego en los pechos de su madre, dibujan credenciales de dolor y con pago en cuotas y con altos intereses. 
Ella se ha perdido en su propia infelicidad, su propio derrotero que marcó en su destino.


imagen tomada de: https://es.pinterest.com/pin/320107485999098769/

miércoles, 14 de octubre de 2015

ESPEJO

Hola tù , se que es importante para vos que yo te diga como te veo. Se que pasaste muchas noches en cama sin saber que sentir, ni como aceptar la vida. Se que un día despertaste con  sangre entre tus piernas  viendo morir a tu hijo. Se que ese día el "amor de tu vida" te abandono en la clínica para irse de fiesta de cumpleaños. Se que eras infeliz en tu trabajo. Se que  no eras tu, quien vivías bajo sombras de represión impuestas por ti misma . Te vi aguantarte las lagrimas y voltearte al otro lado de la cama gimiendo en silencio el dolor del parto para no incomodar a nadie. Te vi ser sumisa y desde la calidez de lo que emana el silencio  suplicar amor. A veces me enojaba con vos  y no sabia como hablarte , porque ni sabias que yo estaba ahí , una tu .Victoria que saca fuerza para continuar. Te vi moribunda ante tantas cosas, entregando la vida sin decir nada , despidiéndose , sin decir adiós. Después de unos versos tristes y amargos desencuentros frente a frente nos topamos en un segundo y me reconociste.Reconociste a Victoria y Victoria a ti y a mi... por fin!!! te sonreí esperando de vuelta una sonrisa también y obtuve una mueca descolorida y tu corriendo tras el asfalto.  una vez escuche  en la calle que para avanzar en la vida había que tocar fondo y lo tocaste!! que fondo tocaste. El dolor puro  y sufrimiento. El olvido del amor y la razón , la pena y desolación ...  subí la mirada al cielo y pedí que me vieras , que me integraras en ti, sabia que juntas podíamos ver nuevas historias, crear nuevos momentos . Y hoy, después de 3 años meditando, bailando ,pintando estoy orgullosa de ti y de mi. Se que es importante para vos que te diga como te veo y siento. Se que hoy ambas estamos fundidas en la Victoria (1 sola) decidida a SER,  a tener claro su pasado, darle su lugar en  nuestra vida , como abono de la fuerza que  eres, que soy , que somos para construir un presente. No voy a hablar de futuros , porque creo que son parte de los inventos del miedo, "programate para un futuro" ¿Cual? ... Futuros que no existen porque no han sido planeados., no existen porque no sabes que haya en un par de horas mas .. pero si hablare de presente , este presente que te acuna y que se a olvidado una falda , borrando las lineas del mapa ... Romper , solo espero la llamada , el destino tuyo siendo la misma. 


martes, 11 de agosto de 2015

Desnudez

¿Qué es la desnudez? Alguna vez hace tiempo trabaje en una secuencia fotográfica sobre el cuerpo, la desnudez, la luz, la sombra y los deseos de desnudarse ante sí mismo y  ante un otro. 

 La desnudez va más allá de la piel. Viene de la conexión con los sentidos, con vos… A veces desnudarse es intentar vivir  escribiendo,  y puede ser tan fugaz o tan profundo como un momento en el tiempo. Tres segundos para teclear una letra que deja el renombre del atardecer que causo las ganas de escribir sobre Sofía o Alberto. Desnudarse es crear nuevos espejos para verse frente a frente, tan vulnerable como la primera vez y tan fuerte como la última que sus besos te faltaron.

por eso, escribir se convirtió para mí en una religión, un credo que a través de Cepeda, Cristina, Cerati y el vino tinto en la madrugada se  han convertido en la vocación  de volcar la ingenuidad en placer. A veces me gustaría ser aquella mujer de 19 años que tras un trago de tequila olvidaba  el dolor. Y dejar a esta mujer que tras  años de buscar su Perséfone personal ha  entrado en sus demonios para navegar entre los latidos de cada silencio compartido. Conociéndose y transmutándose día a día , dándose cuenta de su fuerza y calor ,su vulnerabilidad fragmentada que siempre oculto. 





Elegí ser la puta barata de las letras, la que acepta bajar sus pasiones  a cambio de una madrugada de frío  y velas  frente a un pc triturado por la esquirla de los abandonos del día.
Aun me preguntas ¿Qué es la desnudez?- La desnudez es  la mayor ingenuidad y mi manera de vivir, con las emociones a flote de mi cabeza para afuera. Con el pecado entre las piernas, espiando las nostalgias, alegrías y ensangrentados versos compartidos que tras la ventana se pintaron entre los labios-.

Ya no sé si camino entre la adolescencia o la adultez, ya no sé si grito de dolor o de placer . Porque la luna ha menguado o porque el día es gris.

No sé porque  lloro sin razones o me alegro en funerales. Ya perdí la vergüenza de aquellos años , cuando gritar por sexo no era permitido, pedir fuego en la carretera era desbordado y reprimir las emociones era el bien vivir. 

Ya no soy esa niña de 17 que se asustaba al querer amar , ahora puedo levantarme ,desnudarme cada que me venga en gana  y poder continuar. La desnudez es la vulnerabilidad anunciada en un par de tres. 







viernes, 15 de mayo de 2015

MIREYA

Y a veces me lamente por no haber tenido las aventuras anheladas, siempre imaginando viajes, cocteles y caminos iluminados entre mis delirios de angustias de almohada. Y a veces perdí la fe entre tanto borracho que saciaba su vicio ante la sonrisa frágil de su esposa sedienta de amor. Siempre imagine canciones de cuna y poca resolución a olvidos pequeños en el té.

Calmaba las ganas de cortarse las venas con el vidrio de la botella de tequila con un poco de verdes lamentos y  buscando frías botas que alimentaran sus entrañas. De vez en cuando lamentaba sus canas y las teñía  con colores carmín para volar el efecto de la noche y sus ojeras se calmaban con mascarillas de té verde y un poco de maíz que hacían olvidar que la noche empezaría y su canción  terminaría otra vez.

Siempre miró  su espejo tratando de encontrar un pedazo de piel lisa, sin cicatriz. Buscaba entre sus pantys rotos  la respuesta a sus miedos, mientras dibujaba sonrisas frente al  balcón mirando pasar a los niños que jugaban  buscando en las esquinas a los amigos que que imaginaban detrás de los árboles y caminaban sin pesar de las lágrimas de la anciana que mira en el balcón de madera.



Las tetas de Mireya al mirarse frente al espejo las veía caídas y llenas de arrugas, mientras su mirada sudaba las noches que había buscado a  Noé .Si, a Noé después de tanto tiempo esperando por él, una vez, hace años lo viò .Bajándose del metro caminando  hacia la cebra, diluyendo sus raíces en los tambores que se escuchaban al final de la  calle, donde dos mujeres los tocaban, mientras otras dos bailaban  en la acera. Esa tarde, ella recordó que su cuerpo una vez bailò ante la noche y que a pesar de los trucos de su mente cuando jugaban con ella, la víspera de comprar su  corazón era la esperanza que tenía y a su vez temía. 



Pasar desapercibida la vida fue lo que deseo desde los 16, lamentándose entre las campiñas frente a las torres que daban las 10:00 am  y corría para no perderse la bendición del  sacerdote de su pueblo, arrodillada pedía perdón por sus fantasías perversas (eso le decía su madre)  cada vez que intentaba mirar a Miguel por la ventana.  Y a veces la perversión la acompañaba y besaba en su mente los recuerdos perdidos , mientras dibujaba corazones en sus piernas y así poco a poco cerraba sus ojos marrones ante la tristeza que le daba haberse quedado plantada en la carretera  mirando la vía al tren. -Siempre pensé que quedaria el rastrojo verde en la cama de atrás-